Hoy en el nuevo episodio de La Dominical retomo las recetas tradicionales, edición especial “combate el frío”.
Lo que os presento es un sencillísimo guiso de alcachofas con yuca, perfecto tanto como primer plato o para una completa cena. He optado por cambiar la patata sustituyéndola por yuca por varios motivos: porque así os la presento (a quienes aún no la conozcáis) y porque me encanta su sabor y textura.
Probablemente la hortaliza más deseada del invierno (y en mi caso, casi todo el año) sea la alcachofa. Reconocida por sus grandes propiedades nutricionales y su maravilloso sabor, este versátil ingrediente es un placer culinario y una excelente fuente de beneficios para tu salud.
Muy depurativa, ayuda a detoxificar el organismo gracias a su acción para drenar líquidos y toxinas, posee un alto potencial antioxidante y una elevada cantidad de fitonutrientes (fósforo, calcio, magnesio, potasio, Vit. A). Es además saciante, rica en fibra y muy digestiva, ayudando especialmente a modular el tránsito intestinal. Se recomienda en regímenes indicados para personas que precisan bajar el nivel de triglicéridos y colesterol en sangre, favoreciendo la disminución de ateroesclerosis, así como en los casos de hipertensión.
Si te interesa descubrir más sobre el índice glucémico (IG) de los alimentos, hecha un vistazo a este link: http://www.montignac.com/es/buscar-el-indice-glicemico-ig-de-un-alimento/
Y sin más, pasamos a la receta, que como veréis es tan fácil que incluso a quienes esgrimen la excusa de pelar las alcachofas, les resultará difícil resistirse.
¿Qué necesitamos?
Para 2 raciones: 6 alcachofas, 1 yuca mediana, caldo vegetal, 1/2 cebolla, 1 diente de ajo, aceite de oliva, una hoja de laurel, un chorrito de vino blanco, sal, pimienta y perejil. Limón y agua para limpiar las alcachofas.
¿Cómo lo hacemos?
Pela la yuca (mejor si la partes por la mitad, la apoyas sobre la sección cortada y con un cuchillo fuerte quitas la cáscara de arriba a abajo en dirección a la tabla de cortar) y una vez lavada la pones a hervir durante 10 minutos en agua con sal. Reserva.
Mientras pica el ajo y la cebolla y ponlo a fuego bajo en una cazuela con el aceite, un poco de sal y el laurel. Al tiempo preparas un bol con agua, trozos de limón y tallos de perejil donde introducirás las alcachofas peladas (quitas las hojas exteriores hasta que cambie el color a un verde amarillento, corta también la parte superior de modo que quites todas las partes duras de las hojas y pelas la parte externa del tallo). De este modo evitas que se oxiden y conservarás su bonito color.
Aún así, te dejo este vídeo para solucionar las dudas:
Una vez que esté pochada la cebolla y el ajo, incorporas las alcachofas cortadas en cuartos y rehogalas. Añade el chorrito de vino, sube el fuego y deja que se evapore el alcohol (lo notarás por el olor). Echa un poco de sal, remueve, incorpora la yuca medio cocida cortada en trozos pequeños, cúbrelo todo con el caldo vegetal y deja hervir a fuego medio durante 15 minutos. Al finalizar, espolvorea con pimienta y perejil picado al gusto.
A disfrutar!!!!
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