No, el ozono no es un medicamento
El ozono se ha vuelto popular como una terapia complementaria para diversas afecciones. Es fundamental entender que, según la legislación española, el ozono no es considerado un medicamento. Sin embargo, en la práctica clínica, se utiliza con fines terapéuticos, siempre que lo aplique personal sanitario cualificado y dentro de sus competencias profesionales (médicos, enfermeros, veterinarios o podólogos).
¿Qué beneficios se le atribuyen al ozono?
El ozono, cuando se utiliza en concentraciones controladas y por expertos, se le atribuyen ciertos beneficios potenciales debido a sus propiedades bioquímicas. Sus defensores señalan que puede:
- Mejorar la oxigenación de los tejidos: Se cree que el ozono podría favorecer la liberación de oxígeno de la hemoglobina, mejorando la circulación y la llegada de oxígeno a los tejidos y células. Esto podría ser beneficioso en el tratamiento de heridas crónicas o problemas de circulación.
- Estimular el sistema inmune: Se ha estudiado el potencial del ozono para modular el sistema inmunológico, ayudando al cuerpo a responder mejor ante infecciones.
- Tener efectos antimicrobianos: El ozono es un potente agente oxidante que puede destruir o inactivar bacterias, virus y hongos, por lo que a menudo se usa para desinfectar superficies y agua. En el ámbito clínico, se utiliza en el tratamiento de heridas infectadas y úlceras.
- Reducir la inflamación: Se investiga su capacidad para disminuir la inflamación en el cuerpo, lo cual podría ser útil en el tratamiento de enfermedades articulares o musculares.
¿Por qué no es un medicamento en España?
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) es la entidad que autoriza y regula los medicamentos en el país. El ozono no está en la lista de medicamentos aprobados por esta agencia. Para ser considerado un medicamento, una sustancia debe pasar por rigurosos ensayos clínicos que demuestren su seguridad y eficacia de manera concluyente para tratar una enfermedad específica. El ozono no ha superado este proceso de validación.
¿Quién puede aplicar la terapia con ozono?
A pesar de no ser un medicamento, su uso no está exento de riesgos. Por esta razón, su aplicación en el campo de la salud debe ser realizada exclusivamente por personal sanitario con la formación y el conocimiento adecuados sobre las dosis, las vías de administración y los posibles efectos secundarios. Esto asegura que la terapia se administre de manera segura y responsable, minimizando los riesgos para el paciente.
Importante: Antes de optar por cualquier terapia, es fundamental que consultes a un profesional de la salud cualificado para evaluar si es adecuada para tu caso.
