SALMÓN ¿SALVAJE O PISCIFACTORÍA? te regalo una receta

El consumo del salmón se ha puesto muy de moda, sobre todo por el tema de las dietas cetogénicas, pero ¿Qué deberíamos tener en cuenta?.

El pescado es un alimento que nos proporciona gran cantidad de nutrientes pero depende mucho de la manera en la que se cocina y del origen del mismo.

Deberíamos introducir en nuestra dieta tanto pescado blanco como azul, teniendo en cuenta de ingerir 2 veces a la semana pescado azul por ser muy rico en omega 3 y, en el caso del salmón también en vitamina D.

Pero ¿qué tipo de salmón deberíamos consumir?

Salmón de piscifactoría versus salvaje

Los salmones de piscifactoría son engordados a base de aceites y harina de pescado, viven hacinados  en jaulas flotantes mezclándose los restos de su alimentación con las heces que generan, como resultado viven en ambientes contaminados.

Al criarse de esta forma se les administra antibióticos y herbicidas para controlar el crecimiento de microalgas nocivas, lo que perjudica la biodiversidad de las especies marinas. Todo esto ha generado una gran polémica entre la cría del salmón y Greenpeace.

Para que el salmón tenga ese color anaranjado se añade a su alimentación un colorante, la astaxantina sintética o la cantaxantina que es más barata, es por ello que se relaciona su consumo con la aparición de enfermedades, por ejemplo, la cantaxantina está relacionada con la aparición de retinopatías con pérdida de la visión.

En cuanto a los metales pesados se encuentran tanto en el salmón salvaje como en el de cultivo.

Diferencias nutricionales según el tipo de salmón.

a) De cultivo

  • Tiene más calorías porque acumula más grasas (sobretodo grasas saturadas).
  • La cantidad de omega 6 es seis veces superior y,  en algunos casos, un poquito superior en omega 3 que el salvaje. El exceso de omega 6 es perjudicial para la salud cardiovascular.

b) Salvaje es:

  • Rico en omega 3 con lo que contribuye al mantenimiento de la salud cardiovascular y cerebral.
  • Fuente de grasas saludables, contiene menos grasas saturadas que las carnes rojas.
  • Contiene proteínas y de vitaminas liposolubles (A, E, D y K).

Y si no me gusta el salmón ¿Qué hago?

Una manera de ir introduciendo el pescado en nuestra alimentación, en el caso que no nos guste, es cocinarlo de una manera sana disfrazando su sabor.

No podemos esconder los sabores de los alimentos que no nos gustan con salsas, ya que si abusamos de las salsas (más si son procesadas) perderemos los beneficios nutricionales del alimento y, aumentaremos el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.

Consejos

Lo mejor que podemos hacer para mantenernos saludables es consumir alimentos de verdad, a ser posible de Km 0 para asegurarnos que estamos ingiriendo productos de temporada con todos sus nutrientes y, evidentemente alejarnos de todo tipo de procesados.

Aquí os dejo una receta donde todos los ingredientes nos aportan un beneficio.

PIZZA DE SALMÓN

Ingredientes

  • 400 g de salmón salvaje.
  • 5 huevos.
  • 10 gambas.
  • 1 aguacate.
  • 30 g de cebolla tierna.
  • 1 cucharada de tomate frito.

Trituramos el salmón con los huevos, si no os queda la masa muy espesa se puede añadir 30 g de polvo de psyllium.

Ponemos esta mezcla encima de un papel de horno bien esparcida como si fuera la base de la masa de pizza, se añade las gambas, la cebolla, el aguacate y el tomate frito.

Introducimos en el horno a 180ºC unos 15 minutos, depende del horno. Recomiendo ir vigilando para que no se nos queme, se hace muy rápidamente.

 

Susagna Muns
Graduada en Nutrición y Dietética.
Especialista en dietas cetogénicas y regeneración celular.

 

 

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