Detoxificar es la clave en los tratamientos

Detoxificar

Es muy habitual encontrar en la red tratamientos basados en plantas, homeopatía, flores de bach, … orientados a trabajar aspectos de la salud. Tras incidir en la importancia  que los problemas de salud sean supervisados por personal facultativo, debemos establecer cual es la situación de perfil biológico del paciente y valorar una posible intoxicación. Sin preveer estos estados, cualquier toma de productos o tratamientos estan abocados al fracaso.

La toxemia es el origen básico de todas las enfermedades y cuando existe una sobrecarga en el organismo de éstas, se empieza a saturar la sangre, la linfa y las células, afectando, por ende, la salud en general. La naturaleza tóxica de los deshechos produce inflamación, a la vez que se interfiere en la oxigenación y nutrición adecuada de las células. El enfermo con carga de toxinas puede sentirse no sólo con síntomas físicos como es el dolor y un gran cansancio crónico, sino también irritable, ansioso u hostil. Con el tiempo acabará desarrollando alguna enfermedad de tipo inflamatorio acabada en “-itis” como puede ser una dermatitis (piel), una gastritis (estómago), una colitis (colon) o una hepatitis (hígado). Si permitimos que avance la acumulación de toxinas, la vitalidad del cuerpo seguirá disminuyendo y la situación se agravará.

La toxemia es el origen básico de todas las enfermedades y cuando existe una sobrecarga en el organismo de éstas, se empieza a saturar la sangre, la linfa y las células, afectando, por ende, la salud en general.

Es por lo anterior importante ayudar a nuestro organismo a, por un lado evitar en lo posible las fuentes de toxinas que nos agreden, al mismo tiempo que le aportamos micronutrientes que faciliten la función de detoxificación de los órganos emuntoriales, especialmente nuestro hígado. Alimentos que podemos incorporar en nuestra alimentación y que ayudarán a reparar nuestro hígado son especialmente las crucíferas (brócoli, kale, coles de bruselas) así como el rábano tipo daikon, rúculas, endibias, ajos y cebollas. Si nos gustan las especias nada mejor que la cúrcuma o incluso el curry (mezcla que también la contiene), y el jengibre. La calidad de los alimentos es crucial así que es importante evitar los pesticidas y que nuestra alimentación sea lo más ecológica posible.

Para asegurar la sulfoconjugación, principal proceso de detoxificación hepática, el organismo necesita moléculas azufradas aportadas por ejemplo por algunos aminoácidos tales como la taurina y la metionina. Ricos en compuestos azufrados, el ajo y el rábano negro favorecen la eliminación de las toxinas y de las secreciones biliares. El sulforafano presente en el brécol es un inductor de las enzimas hepáticas de detoxificación y actúa también como antioxidante (caza los radicales libres).

Por otro lado el Desmodium ascendens es una planta herbácea de las regiones tropicales, utilizada tradicionalmente en el bosque ecuatorial africano en los casos de hepatitis víricas agudas. Crece de manera natural en Ghana y Senegal. Desde tiempos remotos, tanto los tallos como las hojas se han utilizado por los médicos tradicionales africanos, para combatir diferentes afecciones hepáticas. Los extractos de Alcachoferat tienen propiedades terapéuticas sobre el sistema hepatobiliar y sobre el metabolismo en general. La Silimarina, presente en el Cardo Mariano, es una de las sustancias del reino vegetal más activas que se conocen para la protección y regeneración hepática.

Algunas de las fuentes comunes de toxemia pueden clasificarse en endógenas o en exógenas, según su origen:
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ENDÓGENAS:

  • Desechos metabólicos.
  • Desechos propios de la actividad celular.
  • Células muertas.
  • Dificultades y problemas de tipo psico-emocional.

EXÓGENAS:

  • Alimentos y bebidas “no naturales” que se han sometido a procesos propios de la indústria alimentaria: refinados, procesados, con aditivos, etc.
  • Alimentos que a pesar de ser naturales, se alteran por el proceso de transporte, almacenamiento, cocinado, etc.
  • Sustancias farmacológicas, o incluso suplementos alimentarios que no cumplen con estrictos controles de calidad (a diferencia de Nutergia) y son aporte de aditivos, metales pesados y otros tóxicos.
  • Tabaco, alcohol y otras drogas.
  • Contaminantes ambientales, comerciales e industriales.
  • Aire y agua impuros.

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Pedro Rodríguez

Director de Red Medintegra. Director adjunto de Clínicas UME. Clínico, docente y divulgador. Me dedico al estudio de la Salud y Medicina Integrativa desde una perspectiva clínica que unifique las diferentes Medicinas Tradicionales con un eje vertebrador. Especializado en Enfermedad crónica, Longevidad y senescencia. Abogo por una salud humanista y ética que una los avances tecnológicos con los cuidados. Puedes saber más de mi en mi web. www.pedrodrodriguez.es

2 comentarios en «Detoxificar es la clave en los tratamientos»

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